La vida es...

La vida es un regalo divino, no un préstamo humano.

sábado, 4 de junio de 2011

El ser contrapuesto (2 de Febrero de 2011)

He vivido durante mucho tiempo pensando que mi país está mal, que no avanzamos, siento que estamos estancados, que las personas no evolucionan.  He sufrido la hipocresía de muchas personas, la maledicencia de otras, y la envidia de algunas, poco amor, es cierto, como si el amor fuera una especie de debilidad, de enfermedad o padecimiento.  Entre tanto, me he acostumbrado a observar los progresos mentales, a pesar del estancamiento emotivo y la sordera emocional, como un logro máximo.  Ahora me detengo básicamente en frío, y pregunto ¿En qué hemos avanzado?  ¿Nos ha servido sobreestimar la condición mental del individuo, ignorando el resto de su naturaleza?  Será acaso que esa “carencia” en el ser individual, ha impedido su evolución.  Entonces me dirán que… ¿A qué estancamiento me refiero? Hay rascacielos, túneles submarinos, naves espaciales, armas increíbles y ciencia futurista.  ¿Es esto progreso? ¿De verdad nos sentimos bien en este mundo?  Cuando vemos que nos seguimos matando, que no encontramos la cura para ciertas enfermedades que ya debieron haber sido curadas (según el avance científico- tecnológico) cuando hay personas, muchísimas personas muriendo de hambre en el mundo, la contaminación, el daño planetario, los crímenes desalmados y masivos que siguen habiendo, me pregunto ¿Esto es progreso?
                Viendo lo que ocurre en Egipto, no está muy lejos de lo que ocurre en Panamá, ni de lo que ocurre en todo el mundo.  El hombre abusa del hombre, el hombre abusado se revela, hay guerra y muerte.  La triste historia de la humanidad, repetida milenio tras milenio, país tras país, vida tras vida.  ¿Hemos progresado?  Yo hubiera querido creer que estos problemas sólo eran de Panamá, de Latinoamérica, un “mundo” relativamente joven, inexperto, un país que está encontrando su “realización” un continente “recién descubierto”…pero ¿Egipto?  No se supone que un país como Egipto, tan históricamente importante, cuna de los humanos en muchos aspectos de la vida como especie,  no debiera enfocar sus problemas de otra forma, o peor aún, no se supone que Egipto ya no debiera tener este tipo de problemas.  Analizando fría y en retrospección, a juzgar por su valor histórico, la civilización de Egipto debiera ser una de las más ADELANTAS del mundo, en todos los sentidos de la vida humana.  Ahora se sacude en esto, y me deja ver, que el problema del “estancamiento humano” no es propio de un país, sino de la especie.  Entonces me pregunto ¿Qué está pasando en el mundo? ¿Por qué no estamos aprendiendo de los errores?
                Siento que todo esto está muy vinculado, a la poca importancia que se le ha dado al individuo y su desarrollo personal.  Tal vez hemos querido demasiado otras cosas, tan demasiado que las pusimos por encima de nosotros inclusive.  Todos los días me hago la pregunta de ¿Por qué Dios crearía al hombre, para hacerlo sentir tan infeliz?  ¿O será que, de la forma más estúpida, hemos decidido utilizar el libre albedrío para hacernos infelices los unos a los otros?  Y, desde luego, como clásicos perdedores, echarle la culpa a Dios o al hombre de nuestras propias decisiones, o peor aún, inventar entes abstractos (“La suerte”) para culparlos de nuestras propias elecciones.   La vida no es algo que sea fácil de vivir, pero, la hemos puesto más difícil de la cuenta, humano contra humano.  De igual forma, me niego a creer que Dios haya creado al humano, para que  haga infeliz a su hermano.  La solución más fácil a toda esta marejada mental, es negar la existencia de Dios.  Pero, a mi parecer, esa es otra forma de evadirse, sobre todo cuando el problema es de uno mismo, de nosotros mismos como especie.  Creo que Él nos dio el recurso y la libertad, pero nosotros hicimos mal uso tanto del recurso, como de la libertad.  Es como si alguien nos diera un fósforo para cocinar, y nosotros decidimos incendiar la casa.  Y esa es, precisamente,  la actitud que no termino de comprender: ¿Por qué?  Tal vez sea el hecho de sentirnos mal, cuando sentirse bien tampoco implica rendirse a la propia concupiscencia.  Nos consideramos incapaces de vivir bien, desde el simple hecho de considerarnos imperfectos, con esa visión del humano que rompe con todo lo que tiene alrededor, que lo hace pensar que es ÚNICO, que es INSUPERABLE.  El humano, si se ve aparte de la creación, es débil e imperfecto, pero, si el humano se concibe como parte de la creación se siente perfecto (COMPLETO, no envidia, no resiente, no codicia)  En consecuencia, todo parte de un problema de percepción, de incapacidad a la hora de visualizarse a uno mismo, de segregación, de separación y de negación de la existencia del propio Dios.  Preferimos creer que fuimos creados por un accidente evolutivo, que por la existencia de un Ser superior… ¿Es eso inteligente? ¿Eso es sentirse grande, pensar que se vino de un “accidente” evolutivo?  Tal vez por eso no avanzamos, porque vivimos contrapuestos, es decir, actuamos en oposición al sentido común, la lógica, la ley de vida.  Sentimos algo, pensamos otra cosa, decimos una distinta y actuamos de una forma que, al final de cuentas es totalmente EXTRAÑA tanto para nosotros mismos, como para con el resto de la humanidad.
Es mi humilde parecer, que debemos, tenemos que, aprender a aceptarnos como parte de TODO.  Más que entender, o reconocer, o buscar la “PERFECCIÓN” habremos de RECONOCERLA (no hacerla, porque YA ESTÁ, vivimos en ella) SENTIRLA, viviendo acorde, según la creación y no en contra suyo.
 
Saludos

No hay comentarios:

Publicar un comentario