La vida es...

La vida es un regalo divino, no un préstamo humano.

sábado, 4 de junio de 2011

Los Tres Estados de DIOS (19Nov2010)

¿Qué cosa ha existido sin haber preexistido antes? El hecho de que no tengamos la capacidad de ver los desencadenantes de algo, tampoco significa que no existan. ¿Por qué negar lo que no podemos comprobar? (eso se llama primitivismo) Nada ocurre por suerte, ni por casualidad, ni porque sí, ni porque no, ni porque Dios lo impuso. Dios es una CAUSA, tan inteligible a veces que sólo se puede percibir mediante la fe (no así por el razonamiento) Todo lo que existe, existirá y dejará de existir, tuvo o tiene una base preexistente, que define (definió) precisamente, cómo será (fue) cuando exista (existió). Esa base, que yo denomino el substrato de la existencia en cada “algo”, es la que negamos a cada rato.  Para entender la existencia de ese “algo” ya sea para eliminarlo o para poder potenciarlo, antes de verlo en su concepción real, es preciso tratar de concebir su preexistencia. Es decir, los factores que llevaron a ese “algo” a ser como es. El problema es que muchas veces esos factores son intangibles, y requieren cierto grado de abstracción mental, que no todos han desarrollado (según el caso) Por ejemplo, en el razonamiento puro están los números, entidades que podemos contar, pero también existen las comparaciones (es igual a, mayor o menor que…) entidades que si bien no podemos contar, determinan finalmente el comportamiento de algo, de ese “algo” que es. La mayoría de las cosas en la vida del ser humano tienen esa dualidad, de la no existencia y luego la existencia. Es un fiel reflejo a escala de la creación, el nacimiento y la muerte, el día y la noche, la mujer y el hombre, inhalar y exhalar, sístole y diástole, no existir y existir. Luego ¿Qué es el ser humano?...¿Difícil pregunta no?...pues, digo yo que el ser humano es todo lo que había antes de que fuera, sumándolo a lo que es. Y así como ocurre con el humano, ocurre con TODO lo que existe. Todo lo que hacemos o somos y seremos, ha sido y será porque fue soñado, imaginado, querido, amado o pensado antes de que existiera (consciente o inconscientemente) Ese deseo, según la forma en que se materialice definirá al objeto finalmente. Ya siendo (existiendo) “el objeto”, entonces nace otra historia. Por ejemplo, una mujer adicta a las drogas, constituye la preexistencia de su hijo. Es un lecho (la preexistencia) un substrato, una base para cualquier cantidad de humanos más, un útero fértil. Si esa drogadicta quedara embarazada, ¿Cuáles serían las probabilidades de que el hijo, el “algo” al cual me refiero, pueda nacer sano? Peor aún si la madre (la preexistencia) no decide dejar de drogarse durante el embarazo… Y así como ocurre con la madre (la preexistencia) y el hijo (el algo existente) ocurre para el resto de las cosas que existen (todo llevado en escala proporcional y de manera iterativa-anidada) Ahora, ¿Ese hijo de madre drogadicta, tendrá mayor disposición a consumir droga? Es bastante probable, lo que no podemos aseverar es SI LO HARÁ o no, eso lo definirá el ser siendo (ya no la preexistencia) En consecuencia, todo lo que es, y lo que será, es producto de lo que fue antes de ser, y de lo que está siendo en el momento (si nos proyectamos a futuro)

¿Ahora, cuál es problema de nuestro mundo? Vivimos un mundo sumamente materialista y concupiscente, incapaz de concebir la preexistencia de lo existente. Vivimos tan pegados a lo que es, a lo que podemos ver, a lo que podemos tocar, a nuestros cinco sentidos que, nos resulta eventualmente IMPOSIBLE, racionalizar la preexistencia y finalmente terminamos concibiéndola como una especie de MITO, chiste o fantasía. Pero esto se debe, básicamente a un problema de capacidad cognoscitiva, asociada al amarre carnal que nos dan nuestros muy queridos cinco sentidos. Mientras más veamos al objeto como lo que es, sin intentar entender todo lo que fue antes de que existiera, más incompleto será nuestro conocimiento sobre dicho objeto. Y cualquier solución que queramos sacar (dado el caso de que el objeto en sí, sea un problema) jamás será definitiva, ni siquiera duradera. Es decir, sin conocer mucho del tema, volviendo al asunto del drogadicto, habría que reconocer su predisposición (los factores hereditarios relacionados al consumo de droga) digamos, a la cocaína, antes de definir un tratamiento efectivo. Es decir, yo no puedo tratar a un drogadicto cuya madre (o padre) era drogadicto, a uno cuyos padres jamás se drogaron. No se pueden ignorar los factores previos, hay que investigar un poco más y adaptar el tratamiento a la historia del paciente. De lo contrario, nos corremos el riesgo de dar un tratamiento insuficiente, o de agravar el problema. Digo, también habría que considerar si el drogadicto que no tuvo padres drogadictos, tenía padres alcohólicos (considerando al alcohol como otra forma de droga) Es una limitante visual, que nos da como resultado un análisis tremendamente pobre sobre cualquier problema. En consecuencia, terminamos aplicando soluciones de oído, al ensayo y error, agravando problemas, en lugar de corregirlos. Así es, precisamente, como el mundo ha tenido un desarrollo dispar, más enfocado a “resolver problemas” sin analizar causas, más enfocado hacia eliminar síntomas más que a sanar personas, más enfocado a hacer dinero que a hacer personas. Es por eso que la humanidad ahora, está en plena condición de dañar al planeta, sin poder siquiera curar un simple resfriado. Eso es lo que yo denomino: Un crecimiento desproporcionado, y es producto de no querer aceptar las cosas en la medida de lo que son (lo que fue antes de que fueran y lo que finalmente son)
Esta dependencia al hecho en sí, a lo tangible, a lo “real” esta negación de la preexistencia, esta ridiculización de todo lo que no existe, inclusive desde el momento de su concepción, llámese fe, llámese imaginación, llámese amor, nos llevará a la auto extinción. Porque, negando los deseos, negando la imaginación, negando la fe, negando el amor, negamos la preexistencia, y no puede haber existencia sin preexistencia. Eso es lo que pasa actualmente, NOS ESTAMOS ASFIXIANDO, nos estamos suicidando como especie, porque nos limitamos, nos prohibimos, nos matamos antes de nacer (aún cuando todavía somos sueño, aún cuando todavía somos deseo, esperanza, aún cuando somos fe, la fe que nos hace vida) La sociedad ha enfermado, hemos enfermado al planeta con esta actitud y nuestra forma existencial se hace, mientras más queramos negarlo, más reducida y obtusa. 
PS Podrán haber seres en el universo que sobrevivan del arsénico, otros sobrevivimos del oxígeno. En cualquier caso, siempre no habrá algo, para luego haberlo. Y así dualmente, por los siglos de los siglos… amén.

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