La vida es...

La vida es un regalo divino, no un préstamo humano.

sábado, 4 de junio de 2011

Vivir Siendo (22 Diciembre 2010)

Dedicado a mi padre físico y a mi padre espiritual.
En mi humilde parecer, todos los problemas de la humanidad empiezan en uno mismo. Y por completar lo dicho añadiría: Terminan en uno mismo y/o terminan con uno mismo (si la ahuevazón nos lo permite) Es la actual concepción del ser humano, aquel cuento de que podemos ser buenos políticos, aún siendo pésimas personas, y/o buenos profesionales aún siendo un asco de persona, y/o buenos religiosos aún siendo malas personas, y/o buenos amigos aún siendo malos con nosotros mismos. El ser humano es UNO SOLO, el problema es la esquizofrenia o el caso de múltiple personalidad en el que nos sume la sociedad moderna. 
No se puede ser buen amante, o esperar a que otros nos quieran, si no hemos aprendido a querernos a nosotros mismos (ojo, no a mimarnos) ¿Como dejar de mentirle a los demás, sino podemos parar de mentirnos a nosotros mismos? No podemos aspirar a ser buenos profesionales, sin ser buenas personas. No podemos aspirar a conformar una buena familia si somos malas personas.  No podemos aspirar a ser buenos padres, si somos malas personas etc. Pero insistimos en engañarnos y engañar al resto de los mortales creyendo que podemos hacer y ser mil cosas disgregadas (o peor aún, uniéndolas bajo la concupiscencia) cuando en realidad no hemos aprendido a ser lo principal: PERSONAS, INDIVIDUOS, indivisibles.  No hemos aprendido a ser UNO con nosotros mismos. 
Pero nos dividimos, nos quebramos verbal, mental, física y emocionalmente. Es decir, pensamos algo, decimos otra cosa, sentimos otra y hacemos una distinta a lo que hemos pensado, querido o dicho. ¿Es así que podemos ser UNO? Considerando que la homogeneidad de una mezcla, resulta de mantener la misma capacidad de cohesión entre todos sus componentes (dispuestos en iguales proporciones en cada punto) pregunto: ¿Sin ser INDIVIDUO (UNO) antes, tendremos la fortaleza de sostener una relación conyugal, una familia, una comunidad, una sociedad, un estado, un país, un continente, un MUNDO?

       ¡Cuánta energía genera un simple átomo al romperse!...la misma que mantuvo sus elementos unidos. Pero el ser humano quiere ser grande, “grandioso”, sin ser consistente. De allí el asunto del crecimiento desproporcionado y anormal de la humanidad, su tendencia a dañar más que a corregir.  Su tendencia a la muerte, más que a la vida (por decir algo, podemos destruir el planeta aún sin estar en capacidad de curar un resfriado)  Crecimiento de naturaleza cancerosa.
Bueno, por allí viene el asunto de la relación inteligencia-cobardía. Los cobardes suelen ser personas inteligentes, por no decir, muy inteligentes. Son personas que observan todas las probabilidades de fallo y afectación negativa, lo cual, asociado al instinto de conservación (algo completamente natural) genera lo que llamamos miedo. El miedo  en un inteligente sin carácter, degenera en cobardía. El miedo nos hizo inventar las armas, que luego, de protegernos pasaron a atacarnos. El miedo nos hace actuar y generar situaciones y crear problemas que aún no existen.  El miedo nos ha hecho avanzar en muchas situaciones.  Pero perdemos de vista la realidad, la mente nos engaña. El miedo nos quiebra, por cualquier fisura en nuestra constitución individual.
También está el opuesto a la cobardía: La supuesta valentía. El cementerio está lleno de cobardes, alguien dijo una vez. Yo añado: “Y de brutos también”. A veces creemos poder ser más,  nos sobreestimamos. Perdemos de vista la realidad, la mente nos engaña. Definitivamente que enfrentarnos a algo que hemos subvalorado, por habernos sobreestimarnos, dará como resultado un quiebre. Es decir, de igual forma terminamos quebrándonos. Y como en el caso anterior (del miedo) nos quebramos por fisuras en nuestra individualidad.  Por la falta de homogeneidad entre lo que somos, pensamos, decimos, queremos y hacemos (La soga revienta por el lado más flaco) 
En consecuencia, ante las debilidades y valentonadas producidas a causa de la pérdida momentánea de contacto con la realidad, la mente se reacondiciona creando mitos, leyendas, fuentes de inspiración, arquetipos, ideales, recreando dioses a imagen y semejanza suyos (y de sus afines, para satisfacción propia o sometimiento de otros) e ignora la real existencia de aquella gran fuente de la que todo y todos provenimos, el verdadero y único DIOS. Las personas terminan rellenando sus fisuras, sus inconsistencias con ficciones y ritos que siguen mecánica, mental  o emotivamente. Es decir, terminamos prefiriendo vivir de mentiras, que vivir creyendo en LO que no podemos ver. Queriendo ser independientes y/o autosuficientes (recordando el pecado original, al comer del árbol de la vida) alejándonos de la fuente, alejándonos de SU fuerza, ocurre exactamente lo contrario: Nos volvemos perfectamente frágiles, maleables, por no decir manipulables.  Y quizás ese sea  TODO el error (pecado) de la humanidad, desde entonces hasta ahora:  No hemos podido dejar de replicar el pecado original.   Y tal vez ese sea el verdadero pecado original, no reconocer nuestras limitaciones, jugando a ser dioses (así sea sometiendo a los demás) 

            Así como un exceso de energía o una falta de ella, nos puede afectar físicamente. Así como un exceso de ejercicio o falta de él,  nos puede afectar energéticamente.   Un exceso de pensamientos, o falta de ellos nos puede afectar emocionalmente. O, un exceso de emociones o falta de ellas nos puede afectar mentalmente. A este punto quiero concluir que, al igual que el átomo (la partícula indivisible) el ser humano (el individuo) está compuesto de ciertas partes que actuando en desorden (en exceso o defecto) pueden llevarnos a la destrucción. Actuando en orden se sellan las fisuras, y nos fortalecemos internamente. Pero esa fortaleza no viene de la mente, la mente es un pedazo más del acertijo que llamamos "humano".  La mente es el animal que nos falta por domesticar. La fortaleza a la que me refiero, viene de la sublime esencia: DIOS. Y ESA es la única forma de no vivir disgregado,  una forma que yo denomino:  VIVIR SIENDO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario